Así transcurrieron dos años, soñando un proyecto, buscando los escenarios propicios para dar curso a una investigación que permitiera descubrir la historia, los resultados, las particularidades y los desafíos del trabajo comunitario desde la mirada de la UNEAC y el CIERIC, teniendo como base las experiencias vividas y acompañadas en Cienfuegos para lograr la diversidad de expresiones que de este tipo de trabajo emanan.

La necesidad de visibilizar la labor de nuestros artistas es eminente ante un mundo plagado de informaciones y de medios tecnológicos capaces de desplazar al más íntegro intento de mostrar  las realidades de la gente, sus afectos, sus reacciones, el interés que aún se mantiene en diversos sectores de la población por compartir en vivo parte de su cultura y cultivar valores de solidaridad, entrega, desarraigo ante lo material y amor al prójimo.

Otra de las fórmulas para lograr que la televisión se haga eco de tales propósitos no es más que la de motivar a nuestros propios artistas para enfrentarse ante realidades del arte diferentes al reportaje clásico del diario quehacer y la posibilidad de sustentar con estudios, coordinaciones y logística tales propuestas.

La disposición a colaborar por parte de los coordinadores de peñas y proyectos, de su público, sus grupos gestores y sectores beneficiarios de la población fue el colofón de la puesta en marcha de este proyecto que hizo realidad la quimera, logros en los cuales influyó el trabajo de acompañamiento con la metodología del CIERIC que implica ante todo la participación integral en cada proyecto- y la transformación real de la vida y el pensamiento de la gente, conducida ésta por el poder del arte.

Los asistentes al acto de la Premier del documental expresaron su gozo por ver reflejada una leyenda que llega hasta la actualidad, algunos enjugaron lágrimas recordando las décadas de su trabajo, otros rieron, la mayoría se sintió feliz.

El equipo de realización conformado por Rita Arboléz, miembro de la UNEAC,  quien asumió el guión y la dirección,  aglutinó además a una pléyade de jóvenes que asumieron la fotografía de Yariel Castillo, halagada por Bárbaro Cabeza, presidente de la Filial de medios audiovisuales y radio,  el sonido  trabajado por Giannny Rodríguez, la edición laboriosa de  Lednoy Borrel y la producción por Yenia Alburquerque. El detalle de la música original de Marcos Sánchez dio el toque romántico de la Región Central que hizo  recordar los momentos de su estreno en el Taller de Ciego de Ávila del 2011 donde se acordó por los participantes que la canción “De locos “ fuera el himno del trabajo que nos identificara.

Entre las intervenciones se destacó la de Marleidy  Muñóz, quien ha seguido de cerca varios procesos reflejados en el documental a través de sus reportajes durante los años 2014-2015, la periodista, emocionada,  aprovechó la ocasión para reconocer la validez de la investigación previa realizada por Zenaida,  especialista de proyectos de la UNEAC.

Poder ver los radiantes rostros de los alumnos de la maestra Luisa Acea quienes a pesar de su padecimiento de síndrome de Down mostraron su amor por el arte y por Luisa de una manera muy especial, fueron momentos gratos e  inolvidables. El agradecimiento de la realizadora Rita Arboléaz para con la colaboración de la UNEAC y el CIERIC, los artistas y todas las personas que propiciaron el proceso de grabación fue otro  detalle, que a veces falta y empobrece los esfuerzos.

También hubo debate y críticas, tal como debe ser en los tiempos que corren, tiempos de cambio en el pensamiento y en el quehacer de todos los que vivimos en esta gran comunidad socialista que nos llena de fuerzas para seguir creando “escenarios de sueños.”