Ingresar en el Proyecto sociocultural Del Caribe soy y a Manatí vengo, fue una de sus mayores alegrías, primero porque bailar cualquier ritmo por complicado que fuera, siempre había sido su pasatiempo favorito; y segundo, porque conocía a la instructora de arte Julia Amalia Griffith Bennett, la profe que enseña hace muchos años a los pequeños de la compañía El Hormiguero.
Así pensaba Yara Herrera Polanco, una joven que padece un trastorno genético conocido como Síndrome de Down, quien, al incorporarse tardíamente al proyecto, a sus 21 años de edad, siempre albergó un sueño en su mente adolescente, tener su fiesta de quince y bailar un vals.
Para suerte de Yara, el proyecto sociocultural manatiense no solo se dedica a la revitalización de herencias culturales, sino que resulta una forma de gestión inclusiva que piensa en la mujer, la equidad de género, el adulto mayor, los niños y niñas, los jóvenes, y ante todo en el talento de las personas. Asimismo, a cada una de sus integrantes el proyecto las premia en sus 15 años con una celebración, y aquel domingo especial Yara fue la homenajeada.
La sonrisa le duró toda la tarde, mientras bailaba con sus compañeras El vals de las mariposas en el centro de la calle Oscar Acuña. Al mismo tiempo se escapaban sollozos en algunos rostros, sobre todo de los vecinos del barrio, quienes la vieron nacer y crecer.
Una multitud colmaba la avenida. Yara, sin embargo, solo podía distinguir a su familia y a su instructora, a causa del nerviosismo. No obstante, sabía bien que todos estaban allí para disfrutar de sus 15.
Cuando el vals acabó, se hizo entonces el brindis, y posteriormente la mayoría de los presentes fueron a premiarla con besos y abrazos, en especial su hermana Yunaikis, quien ha sido en su vida lo más parecido a una madre.
En ese instante tuve la idea de acercarme a la joven, para intercambiar algunas palabras. Fue entonces cuando observé que también se le escapaban unas lágrimas de alegría, y simplemente decidí grabar el momento con una instantánea. Pues como dice el proverbio: una imagen vale más que mil palabras.
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