X TALLER DE INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS. PRODUCCIÓN CULTURAL Y ARTÍSTICA PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO

Noticia

(La Habana, 29 de octubre). La segunda jornada del X Taller de Intercambio de Experiencias ha girado en torno al tema «Producción cultural y artística innovadora para el desarrollo territorial resiliente». En la sesión matutina tuvo lugar un panel donde varios proyectos culturales de la región expusieron sus experiencias en cuanto a impulsar el desarrollo de sus comunidades mediante iniciativas culturales.
El proyecto Voces Nuestras, de Costa Rica, liderado por Joaquín Tapia Arenas, “Joaco”, contribuyó con importantes reflexiones sobre el papel de la comunicación para gestionar procesos de desarrollo local. No es raro que las iniciativas comunitarias deban lidiar con obstáculos que impone la hegemonía mediática del gran capital y, como consecuencia, enfrentar fenómenos como la criminalización de voces progresistas alternativas, la generación de ambientes tóxicos hacia los procesos de cambio, la dispersión de información falsa y, más recientemente, las corrientes negacionistas que dan la espalda a los avances científicos en múltiples campos del saber. Se destacó la necesidad de enfrentar este peligroso contexto dando voz a las comunidades, voces que cuenten de forma auténtica las realidades y aspiraciones de sus pobladores, que los representen y convoquen.
Desde Camagüey, el proyecto Vitroarte nos recuerda cómo un pequeño esfuerzo que se va alimentando de múltiples aprendizajes y de una voluntad colectiva, irá creciendo hasta convertirse en un ejemplo del deber ser. Fundado en 2007 con una fuerte impronta comunitaria enfocada en los más jóvenes, este proyecto se dedica a la producción de artesanías de vidrio. Con el paso del tiempo, sus necesidades de sostenibilidad fueron guiando una ruta que transitó a formas del trabajo por cuenta propia y alianzas con la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC). Ya en la actualidad, Vitroarte apunta a convertirse en una pequeña empresa con capacidad exportadora, capaz de contribuir económicamente ya no solo a la comunidad, sino al país. Todo ello sin abandonar la vocación social relacionada con la educación en función del patrimonio, la recuperación de tradiciones y oficios, la generación de empleo, la consolidación de identidades locales, etc.

Otra iniciativa cubana participó desde Holguín. El Centro para el Desarrollo Sociocultural y Comunitario (CEDES) constituye un caso muy interesante, pues parte de una institución estatal que, tras las recientes regulaciones aprobadas para la creación de MIPYMES, se ha transformado en una pequeña empresa que aglutina más de 50 proyectos de desarrollo local, 150 minindustrias y cerca de 40 000 trabajadores. Independientemente de los productos y servicios (y por tanto, empleos y utilidades) que genera, el CEDES enfatiza sobre la necesidad de acciones de capacitación, diagnósticos, estudios de mercados y asesorías a todo tipo de actores o proyectos locales. Además, propician la sostenibilidad de aquellas iniciativas que no son capaces de generar su propia sostenibilidad, pero que por su contenido social resultan imprescindibles en su contexto.
Como impresionante puede catalogarse el colorido y la belleza desplegados en calles y azoteas por el proyecto Mural Iztapalapa. Iniciativa que apuesta por la transformación social mediante la persuasión que llega por el arte. Calles que antes podían ser “grises, oscuras o deterioradas”, deslumbran tiempo después gracias a la representación pictórica de personajes del barrio (deportistas, actores, tipos populares). Pero, además, también enamoran, y llega el momento en que los pobladores ya no solo disfrutan los murales, sino que los demandan y participan en su concepción. Vistosa forma de acorralar y tratar de hacer desaparecer de esas calles y barrios los flagelos de la violencia, la inseguridad, las discriminaciones... Hermoso proyecto este que nos hace recordar la pujanza mundialmente conocida de aquel muralismo mexicano de la primera mitad del siglo xx.
Al cierre de esta nota exponían sus experiencias y aspiraciones futuras dos proyectos capitalinos de reciente creación: Habana Espacios Creativos, en La Habana Vieja, adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH); y el Distrito CreActivo Buenavista, en el municipio Playa, impulsado por varias instituciones, entre ellas el gobierno municipal de Playa, la Universidad de las Artes (ISA), el CIERIC, entro otras.